El ecosistema marino, en vilo por la mano humana: caso de basuras en playas de San Andrés

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El ecosistema marino, en vilo por la mano humana: caso de basuras en playas de San Andrés

Los investigadores Rogério Portantiolo Manzolli y Luana Portz estudiaron las playas de San Andrés para determinar la cantidad de residuos presentes y el daño que provocan al ecosistema marino.

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Mientras en Barranquilla la cumbia y el mapalé, la maicena y el agua, y las abarcas rastrilladas contra el pavimento al ritmo de los tambores eran los protagonistas de la fiesta más grande que tiene Colombia, en San Andrés dos oceanógrafos brasileños, radicados en Barranquilla desde 2016, estudiaban las playas de la isla para determinar la cantidad de macro residuos que las contaminan.

Los investigadores Rogério Portantiolo Manzolli y Luana Portz, doctores en geología marina costera, participaron de una convocatoria que les permitía investigar temáticas costeras y marinas en la región, y así se establecieron como profesores de tiempo completo de la Universidad de la Costa en las áreas de Ingeniería ambiental y Administración ambiental.

En marzo de 2018, estuvieron durante cuatro días en San Andrés y, tras recorrer la isla, divisaron que había una cantidad considerable de residuos peligrosos en las playas, lo que los motivó a hacer una cuantificación de los desperdicios para determinar las diferencias entre las playas turísticas y las que son rocosas, que les permitiera establecer la cantidad de basura que se acumula en estos sectores. Esta investigación quedó consignada en el artículo Management Priorities In San Andres Island Beaches, Colombia: Associated Risks, publicado en la revista Journal of Coastal Research.

«Miramos que las playas turísticas, en las que hay hoteles, son más limpias porque hay personas siempre despejándolas para que los bañistas se sientan cómodos, pero las playas en zonas rocosas son mucho más contaminadas. En estas últimas hay mucha más cantidad de vidrios, lo que lo hace muy peligroso», comenta Portz.

Los investigadores señalan que San Andrés está dividida en la parte oriental, en la que hay más arena (playa), y la parte occidental que es más rocosa y se utiliza por lo general para buceo.

«Miramos que las playas turísticas, en las que hay hoteles, son más limpias porque hay personas siempre despejándolas para que los bañistas se sientan cómodos, pero las playas en zonas rocosas son mucho más contaminadas. En estas últimas hay mucha más cantidad de vidrios, lo que lo hace muy peligroso», comenta Portz.

Los investigadores señalan que San Andrés está dividida en la parte oriental, en la que hay más arena (playa), y la parte occidental que es más rocosa y se utiliza por lo general para buceo.

«La cantidad de vidrio que encontramos fue alarmante, así como los residuos pequeños en playas turísticas. La gente recoge los desechos grandes, los que se ven, pero los otros quedan. Además, por las corrientes, llegan también residuos domésticos», agrega Portantiolo.

En esta primera investigación, el foco fueron los residuos de gran tamaño. Para ello, tomaron una muestra de 10 metros de ancho desde la playa hasta llegar a la vía que circunda San Andrés, con una variación de medidas para identificar cuántos residuos como plástico, botellas, materiales de pesca y desechos en general, se hallaban por metro cuadrado.

De acuerdo con los investigadores, en la mayor parte de las playas del mundo, la cantidad de plástico sobresale ante los otros residuos porque es un material muy liviano y se puede mover con el viento. Además, por ser muy resistente, no se deteriora fácilmente.

«Es alarmante saber que existe tanta basura y no solo la macro, que todos la pueden ver, sino que hay muchos micro residuos en estos lugares, micro plástico especialmente, y nosotros lo estamos consumiendo porque entra en la cadena trófica, ya que los animales los consumen y nosotros a ellos», añaden.

Insisten en que quieren demostrar las acciones de manejo para que la gente sepa cómo actuar, con el objetivo de disminuir la cantidad de residuos en las playas. «Solo con reducir las cantidades hacemos mucho, hay que concientizar sobre el daño que esto genera».

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Dado que los ecosistemas están conectados (playas, manglares, arrecifes), el desarrollo de un programa de gestión de residuos sólidos, incluyendo acciones de limpieza constantes en todas las playas, será un factor determinante para el mantenimiento y conservación de los mismos.

Próximamente los investigadores de la Universidad de la Costa harán este mismo estudio en Providencia, para seguir buscando alternativas que permitan resarcir el daño que se hace al ecosistema marino.

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