¿Cómo se han afectado los menores por la pandemia?

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¿Cómo se han afectado los menores por la pandemia?

¿Qué tanto se ha visto afectada la salud mental de los niños, niñas y adolescentes durante la pandemia por la covid-19? El investigador Javier López,

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¿Qué tanto se ha visto afectada la salud mental de los niños, niñas y adolescentes durante la pandemia por la covid-19? El investigador Javier López, doctor en neurociencia, llevó a cabo un estudio denominado ‘Efectos de la pandemia en la salud mental: profesional sanitario, docentes y estudiantes’, en el que establece cómo se ha alterado el rendimiento cognitivo en los procesos de alto nivel como el razonamiento y la autorregulación emocional.

En esta entrevista, López, profesor investigador de la Universidad de la Costa, indica una serie de recomendaciones que deben seguir los padres con los menores para disminuir sus niveles de estrés.

¿cómo afecta la pandemia a los niños y jóvenes?

A la población en general y a niños y jóvenes en particular les afecta provocando una sensación de miedo y ansiedad. La magnitud del impacto varía en función de muchos factores como la edad, el nivel educativo, que estén presentes ya desde antes trastornos mentales, condiciones económicas desfavorables, el hacinamiento, etcétera.

Desde el punto de vista de la salud mental, hay evidencia científica de que el estrés muestra efectos adversos en un niño incluso antes de que nazca. Un estado de vulnerabilidad psicológica de la madre predispone a sufrir ansiedad y depresión, y estas afectan al bienestar del feto. El mayor impacto se ha observado en el desarrollo emocional y social, es decir, en procesos que tienen que ver con la cognición social, como el reconocimiento de emociones (en uno mismo y en los demás), o la autorregulación (posibilita que los niños aprendan a regular la intensidad y la expresión de sus emociones). También en la presencia de sintomatología relacionada con ansiedad, depresión y estrés.

¿Aumentan los riesgos de enfermedades de salud mental como la depresión y la ansiedad?

La prevalencia de síntomas de ansiedad, estrés y depresión antes de la pandemia estaba entre el 15 % y 20 % de niños y jóvenes en Latinoamérica. En nuestro estudio nos centramos en población escolar de entre 11 y 17 años de estratos medios y bajos. Estimamos el riesgo de estar en una situación de alta vulnerabilidad teniendo en cuenta la presencia de síntomas moderados y graves de ansiedad, depresión y estrés.

Los resultados indican que el riesgo en el caso de ansiedad y depresión está presente en el 69 % y 66 % de niños respectivamente, es decir, presentaron síntomas moderados y graves. El estrés mostró un porcentaje de casos en riesgo del 78 %. Estos datos se recogieron entre mayo y septiembre de 2020. Por tanto, podemos afirmar, a partir de los datos recogidos en una muestra de 469 escolares de 3 colegios de la ciudad de Barranquilla, que la prevalencia aumentó de manera significativa con respecto a lo observado antes de la pandemia.

¿Cómo influye el encierro para la generación de estrés en esta población?

El cierre de escuelas, institutos educativos y áreas de juego provocan estrés, ansiedad y un sentimiento de impotencia en niños y adolescentes. En comparación con los adultos, esta pandemia puede tener mayores consecuencias adversas a largo plazo en ambos grupos. La naturaleza y el alcance del impacto dependen de muchos factores. La desigualdad social se ha asociado con el riesgo de desarrollar problemas de salud mental. Los efectos en la economía, que ha empeorado en estratos medios y bajos (en los altos, salvo excepciones parece que incluso mejoran…), aumenta aún más esa desigualdad social preexistente. Aunque estamos analizando aun datos, en familias de estrato bajo se observa un incremento grave de privación de nutrición y protección general.

La presión que deben soportar estas familias hace que se incrementen también los problemas de abuso y maltrato. Todos estos factores provocan estrés, y un período prolongado de esta enfermedad podría tener un impacto negativo a largo plazo en su desarrollo. En estratos altos, aunque en nuestro caso no los hemos estudiado, la evidencia indica que también se han visto afectados, pero, aunque las comparaciones son odiosas, hipotetizamos que los efectos no serán duraderos en el tiempo y el impacto será mucho menor. Particularmente en los niños.

¿Hay mayor riesgo de estrés, ansiedad o depresión, o son realmente los padres los que transmiten esos sentimientos de angustia e incertidumbre a los menores?

En estos tiempos de gran estrés e incertidumbre, un entorno familiar seguro (seguridad en términos de necesidades básicas: afecto, nutrición, atención, conversación, etcétera) es un factor protector importante. Existe evidencia que muestra que las prácticas de los padres y las medidas de afrontamiento de estos afectan la salud mental de los niños durante y después de una situación como la que vivimos.

Los padres deben responder a las necesidades de sus hijos en función de la fase de desarrollo del niño. En las revisiones de la literatura científica que estudiamos se hacen algunas recomendaciones:

Niños y niñas

1.En comparación con los adolescentes, los niños pequeños exigen más atención de sus padres. Necesitan su presencia física y participar en más actividades relacionadas con el juego. Esto es especialmente difícil en estratos bajos, donde la prevalencia de los trastornos mentales puede ser incluso el doble que en estratos altos, además de las serias dificultades económicas por las que atraviesan. Los padres deben dedicar tiempo a brindarle al niño una atención, tranquilidad y consuelo.

2.Con el objetivo de aumentar la conciencia de los niños sobre covid- 19, es crucial que los padres se comuniquen con los menores de una manera apropiada para su edad mediante el uso de terminologías simples sobre el virus.

3.Los niños deben recibir información basada en hechos con la ayuda de presentaciones y material de video proporcionado por organizaciones internacionales autorizadas como la OMS y UNICEF o recursos gubernamentales que se han diseñado especialmente para ellos.

4.Para aliviar la ansiedad de los niños con respecto a la situación actual, la exposición a las noticias debe ser limitada y debe realizarse únicamente a través de canales de noticias neutrales basadas en hechos. Las noticias sensacionalistas deben evitarse por todos los medios, especialmente redes sociales.

5.Se recomienda a los padres que modelen medidas preventivas adecuadas y mecanismos de afrontamiento que la familia como equipo y los niños individualmente estén motivados a seguir.  Se deben hacer esfuerzos para que el niño siga una rutina constante, con suficientes oportunidades para jugar, leer, descansar y realizar actividades físicas. Se recomienda que la familia juegue juegos de mesa y se involucre en actividades deportivas en casa; y prevenir el abuso de videojuegos (aunque no son necesariamente perjudiciales, en exceso sí). Los padres deben asegurarse de que la hora de dormir sea un hábito. Es posible que antes de la hora de dormir, los niños necesiten más tiempo y atención.

Adolescentes

Aparte de las áreas discutidas anteriormente, a continuación se describen ciertos aspectos que necesitan un enfoque especial en la fase de la adolescencia:

1.Los padres son el mejor «modelo a seguir” para los niños y el hogar es prácticamente el mejor lugar para aprender las «habilidades para la vida». Por lo tanto, este es el mejor momento para que los padres modelen las habilidades para la vida más importantes, es decir, afrontar el estrés, afrontar las emociones y resolver problemas con sus hijos.

La cancelación de exámenes provoca decepciones e incertidumbres (especialmente en estratos altos, donde las expectativas de logro suelen ser mayores) que se deben afrontar. Para cada decepción e incertidumbre debería haber una alternativa.

Además, para inculcar un sentido de control en los adolescentes, siempre que sea posible los padres pueden incluirlos en el proceso de toma de decisiones, especialmente en asuntos relacionados con ellos.

2. Se espera que los adolescentes tengan un mejor conocimiento sobre la COVID 19 en comparación con los niños pequeños. Por tanto, la comunicación tiene que ser más abierta y no directiva. Por otro lado, deben evitarse las declaraciones críticas sobre los adolescentes.

3. Esta es una oportunidad para que los niños mayores aprendan responsabilidad, participación y colaboración. Asumiendo algunas responsabilidades en el hogar todos los días; por ejemplo, el mantenimiento de sus pertenencias y objetos de utilidad. Pueden aprender algunas de las habilidades que incluyen cocinar, administrar asuntos de dinero, aprender primeros auxilios, organizar su habitación, contribuir a administrar tareas como lavar la ropa y limpiar.

4. Se debe evitar el uso excesivo de Internet. La navegación por Internet relacionada con covid-19 produce ansiedad. Del mismo modo, se debe advertir contra el uso excesivo e irresponsable de las redes sociales o los juegos de Internet. Se recomiendan las negociaciones con los adolescentes para limitar su tiempo. Se deben fomentar más actividades y juegos no relacionados con los dispositivos electrónicos.

5. En tales condiciones, iniciarse en actividades creativas como la pintura, la música, la danza, puede ayudar a controlar la salud mental y el bienestar de todos. Inculcar la lectura auto dirigida haciéndoles seleccionar los libros de su gusto y debatiendo sobre ellos ayuda en el desarrollo de los adolescentes.

6. La adolescencia es una fase de mucho entusiasmo, búsqueda de sensaciones y en la que se presentan muchas conductas de riesgo, por lo que algunos pueden sentirse invencibles y traten de no seguir pautas relacionadas con el distanciamiento y la higiene personal. Esto debe abordarse con los adolescentes de manera asertiva.

7. Es fundamental valorar el sistema de apoyo entre pares de los adolescentes. Los padres deben alentar a los jóvenes introvertidos a que se mantengan en contacto con sus compañeros y se comuniquen sobre sus sentimientos y problemas comunes. Esto también puede abrir un camino para la resolución adecuada de problemas.

8. Se aconseja a los padres que se ocupen de sus propias necesidades de salud mental y traten de afrontar el estrés de forma adaptativa.



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